Deja pensar a los filósofos
ellos son los que matan
al señor de los eventos
con sus artimañas y acertijos
tú, mujer, débil como dios
nos creó a ti y a mi
por eso ahora
descansa en el canto
de las nubes tras suspirar
porque en mi momento
¿no me queda más que esperar?
Que se cuiden los labios de la princesa
porque el diamante no brillará en su mesa
si este negro caballero
quiere encender sus cerezas
Cerezas que cuidé mucho
como flamantes rubíes
que besé sin pedirles
un pago o un insumo
Amor, tan dura que se ve aquella palabra hoy
suena como cuchillo al viento
y duele como sangre sin vaho
ese vahó de médula que te da la vida
según el libro de la rosa
que trató de instaurar principios
en medio de una poza
Cuentan los mayores que olvidaré
que dejaré pasar tiempo y amores
para no verte regresar.
Pero
No quiero perder
todo lo que hoy ya no somos
porque ¿Qué es un hombre
sin espectativas?
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