aunque la hostilidad de ciertos eventos
sea recientemente desechada
Eras, eres y serás la luz armoniosa
el calor intenso y
la vida en carne para mi.
Besos siempre suaves
risas animadas y
manos frías en tu piel
son las cúspides de mis días
en tu presencia
Días, donde sólo la alegría domina
donde el letargo se esfuma
y todo el encono que el mundo atrae
me es ajeno por fin.
Ansío el poder sonreír a tus campos
cada alba, y al llegar a cenar
ansío morder tu cuello
en el lecho tras cada día el amar
ansío dedicar mi ser al calor de tu pecho
ansío dotar de luz, cada uno de tus sueños
y ansío poder mirar
la tez de tus mejillas, tras el último beso dar.