Tu otoño se acerca
ya diste los primeros aires tibios
los vientos de cambio y distancia
que la razón necesitaba sentir
ya diste los primeros aires tibios
los vientos de cambio y distancia
que la razón necesitaba sentir
Caen las hojas que idealicé
las palabras que nunca oí
me quedan las flores cuyo olor
me quedan las flores cuyo olor
se pierde cada vez que las huelo
Me queda el triste resabio de aquella vez
cuando quise que la noche fuera eterna
porque sospechaba desde un inicio
que tu imagen era suntuosa en mi lecho
Ya vuelvo a la ligereza del ser
a lo cotidiano
porque la astucia era parte del fuego que en ti arde
y aquel roía la yesca que mi corazón cubre