lunes, 25 de marzo de 2013

Extrañar, hacerlo con la piel
extrañar con el corazón 
extrañar con la memoria
y a pasos, sentir tu voz

Tiempo enajenado 
vociferas a nuestro alero 
que somos participes 
de vejámenes, quizá sin esmero

Púleme, porque necesito sentir
el brillo que provocas
porque extrañar no es costumbre
y amar es tradición 
porque tu boca me espera
y porque yo, soy como el carbón. 

sábado, 23 de marzo de 2013

Así son las cosas
lo que no se cultiva 
no crece

Lo que hace años fue mi orgullo
hoy se esfuma entre mis dedos
siento la tibieza en mis yemas
y el sonar en mi cardio
pero la práctica 
fue en vano 

domingo, 10 de marzo de 2013

A la muerte y a su juego

Hace unas semanas que el ave viajera de los vates no se posa en hombro, no me ha dicho que la luna brilla, el cielo oscurece y que como siempre te amo. Quizás muchas ocupaciones provocan esta separación con mi yo mismo, pero como fuese hoy les tengo una historia. 

Caminaba, buscando una baya. La simpleza de este pequeño fruto lo llenaba de optimismo tanto a él y a su hermana. A medida que perdía de vista la cabaña y se internaba entre los troncos, sentía que algo iba emanando hacia el aire. Era la vida. 
Rápido y sin tropiezos, corrió en dirección a su pequeño hogar, donde tan sólo su hermana reposaba. Abriendo la puerta de la habitación rompió con el silencio al ver a la Parca, acariciando la frente de quien era su única conexión a tierra. 
- Aléjate, no es su hora - replicó con seguridad
- ¿Acaso eres tu quien sabe la hora? YO SOY LA VIDA Y LA MUERTE, yo domino tus temores y anhelos, soy el cambió entre la arena y el mar, yo hago la diferencia entre tu risa o tu llanto y tu mocoso insolente, ¿vienes a decirme que no es su hora? - 
- Es que quizás... yo no estoy listo - 

Ante la aflicción, el torpe niño lloró. Sintió el frío que la muerte deja a su paso y se sentó a los pies de la cama. Reflexionando si era o no el tiempo de su hermana. 
Dolor, convertido ahora en laconismo. 
Quejas, hechas ahora calma.
Tempestades duraderas, ahora vientos pasivos. 
El amor quedará.