Un café amargo
con esbozos del dulzor
de las palabras que amparo
¿de que sirve ser cariñoso
si igual me llevo el ardor?
que la vida enseña y no perdona
como quizás debiera aprender yo.
Un café para la angustia
pequeña y difusa
que provocan tus palabras mustias
marchitas hoy por hoy
Quiero hacerlas vivir mañana.
No hay comentarios:
Publicar un comentario