Envenené las raíces
de lo que apenas germinaba
regué con frío y amargo rocío
las hojas de un brote cálido y dulce
Ominosa visión, causa mía
de lo que bella pasión
provocarías en la vida tuya
Un sin razón, destacó su tinte
puso de color vetusto
los pétalos de una hermosa flor
que ahora yacen marchitos
¡Que fácil es equivocarse!
y que difícil el aprender
agradezco desde el más tierno beso
y hasta el aroma de tu piel
porque si hoy terminara todo
no me arrepiento de haberte vivido
si este no fuese un recodo
y fuese callejón sin salida,
donde ni el viento ha huido
agradezco tu templanza
tu sonrisa lozana
agradezco tu mirar
y por tus ojos, prometo
no volver a fallar.
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