¿Maldad?

No aprendo, soy la lacra lasciva que busca en un instante saciar lo imperante, que se hunde en un vacío intenso, en un ocaso denso.
¿Me pongo a prueba queriendo ser mejor? ¿Sabía realmente que terminaría bajo el alero fatuo de mis propios deseos inconcinos? 
Quiero revelarme ante la presente bestialidad, quiero domar los miedos, los deseos, los anhelos y las esperanzas, manejarlas y dominarlas para que respondan a su carácter más puro, que respondan a su inherente naturaleza. Mas desconozco a plenitud como hoy irgo un estandarte de respeto y paz, cuando en mi corazón sólo habitan actitudes nefastas, que cada día son menos inexpugnables, que hoy me hacen sentir más débil.