Como clavan las sensaciones
se hunden cual raíz en suelo poroso
la benevolencia de tu mirada mientas amas
penetra como la luz del amanecer sobre la noche
invadiendo en mi mente su continente androjoso
vetusto de monotonía, emociones vagas
las que vuelan con el huracán de tus caderas.
¿Quiero intoxicarme en tu boca?
¿Ahogarme en tus manos y por la noche
que tu sonrisa recorra cada espacio de mi memoria
enriqueciéndola con su peculiar sonoridad?
Negligente mi corazón con búsqueda perpetua
quizás, sesgada en el arquetipo implantado
de una necesidad inherente de compartir.
Persona soy, persona eres
por el momento basta con tu mano
mientras en mi pecho creces.
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