martes, 23 de enero de 2018

Dameron

Opaco, los hechos marcan como hoy
soy mi propio lastre 
titubeo, las palabras niegan quien soy 
marco mi desastre

El árbol brota y busca hacia el sol 
crece y hecha raíces 
mi mente escurre y reniega la luz
se invagina sin directrices 
ni negro ni blanco, siempre tornasol 
ni santo ni diablo, maldigo mi cruz 

Que básica poesía armo en este momento
todo lo que escribo tiene una rima patética 
ni confianza busco, menos es lo que queda 
en el ego quedan hasta el último argumento
porque lo que creo y siento, no sé en este momento
domina mi sentir sus suaves caricias 
sus besos que entonan una canción esperanzadora 
sus brazos que enmarcan caricias rebeladoras
domina mi pensar el ego y las condiciones 
las codicias y los prefacios armados desde lo ajeno 
que ennegrecen y tiñen de luto los cannones que armé 
todas las ideas que me fueron entregadas
que critiqué, deconstruí y rearmé con intensión de vivir 
bajo predicamentos que aceptara yo mismo 
y que de ajeno al parecer tienen poco 
porque es culpa mía su creación, es culpa mía perder la devoción.

Culpa mía es no poder llorar
sentir que no siento 
pensar que soy máquina y no reviento 
cortar las alas que en uno momento creí sentir
doblegar las piernas ante un error y morir
¿error? ¿si tuvo enseñanza fue error?
según la rae es una acción desacertada 
entonces que haya estado mal no queda descartada 
es más, marca la partida de un fin que tácito venía
que contra mi espalda tenía
quequeismo aplico como lo detesto
que no podía domar, que intenté controlar

En fin, a palabras necias oídos sordos.
A hombres necios, ¿qué?  

No hay comentarios:

Publicar un comentario